domingo, 25 de febrero de 2018

SOY PAREJA


Déjate llevar por la sabia del aire, el hambre.
Déjate llevar por las carnes de la pasión,
el fuego azul de unos ojos profundos.

Déjame tocar tus manos, bajo mares de tierra húmeda,
en cuevas de intimidad viciada, estática.

Deja que tu boca se seque, se quede parada,
a punto de decir algo que queda sostenido en el ahogo de tus mejillas.

Déjame decirte algo, déjame posar mi mano sobre tu pecho,
bajo el colgante de oro de los latidos de tu piel serena.

Déjame besar tus labios, entre lenguas entrelazadas, lenguas afiladas de disentimiento.

Entrepiernas de sexo fugitivo, lacayo de pesares y rencores.

En tu cuerpo hallé la calma, y el sosiego.

En tu cuerpo halle la sábana y el manto.

Soy pareja.

miércoles, 21 de febrero de 2018

LA LLAMA DE LA VERDAD


La llama de la libertad no se apagará nunca.
Aún rodeado de ciegos, necios e indigentes del alma.

La llama que busca la Verdad no se apagará nunca.
Aunque vea torrentes de sangre correr por las calles,
y gente asustada escondiéndose tras ventanas empañadas.

Yo los miraré y ellos me mirarán, pero no me entenderán.

Y querrán hablar conmigo, solo para increparme.
Querrán vejarme e insultarme.

La Palabra sellará sus labios.
Y en el fuego eterno perecerán.

sábado, 17 de febrero de 2018

LOS SILENCIOSOS



Al bar de la política todos iban a votar. Todos se embriagaban con su partido predilecto y acababan todos borrachos en el bar. Era entonces cuando entraban los políticos a robar. Y todos se quejaban y se quejaban, pero seguían emborrachándose cada día en el bar. Porque les decían que tenían que votar, les decían que era importante y seguían bebiendo. Y se dejaban llevar por sus grandes palabras vacías de contenido. Y los de izquierdas pensaban que cuanto más paternalista era un estado mejor, porque al aumentar más sus expectativas luego tendrían más derecho a quejarse, y seguían bebiendo del licor de la política. Y los de derechas podían dejar de pensar, pues la verdad ya estaba escrita en las sagradas escrituras, y seguían bebiendo al dudar. Y aquellos que no participaban de la política, aquellos que desconfiaban de grandes palabras ensalzadas y que preferían la autenticidad de lo bello y lo simple, fueron tachados de irresponsables, perezosos y anárquicos. Se les etiquetó de incomprendidos y se los relegó al silencio. Pero formaron una nueva casta, una casta de seres que tenían los pies en el suelo y la cabeza llena de proyectos, que tenían grandes ideas y trabajaban para darles forma, que desconfiaban del discurso grandilocuente y manipulador. Fueron aquellos que ladrillo a ladrillo, semilla a semilla, fueron creando una nueva sociedad. Les llaman los silenciosos. Y su arma es hablar de lo que saben, cuando hay gente dispuesta a escucharlos. Su arma es iluminar, es tirar al suelo diques secos para dejar que el mar de la creatividad acaricie la gente que todavía está dispuesta a asombrarse. Su arma es la verdad. Y no, no callarán. Los silenciosos no callarán. Pues ellos son los reyes del silencio, y ellos son los reyes de la acción. Ellos dominarán el mundo. Ellos conquistarán las almas de los que se han perdido para servirles de ejemplo, para enseñarles a maniobrar en la lindeza de lo cotidiano. Ellos crearán un nuevo mundo, sobre pilares de hormigón y tochos de oro, y su estandarte será la autenticidad. Su estandarte será la lucha contra la mediocridad de los portavoces trajeados… Y los no tan trajeados. Su lucha será la dulzura, su lucha será el juego de los niños, su lucha será lo fascinante. Y no, no callarán, porque ellos no pueden callar, porque nunca han hablado. Ellos conquistarán el mundo. Ellos conquistarán el Everest sobre los círculos viciosos de la inopia. Ellos arrancarán la mala tierra del mundo. La arrancarán con dulzura. Y con dulzura dominarán el planeta. Y el trueno solo se oirá para derribar grandes capiteles de fanfarronería. El trueno se oirá en la noche, mientras la gente duerme. Y dirán ‘ya llegan’, ‘ya están aquí’. Los silenciosos han venido. Han venido para quedarse.

martes, 16 de enero de 2018

JEOFFREY Y LOS TRES ÓRGANOS


            Jeoffrey abrió sus ojos del corazón en la Entrañable Realidad como ser libre, capaz de amar y ser amado, consciente de sus deseos, feliz, y de forma intuitiva, conocedor de sus talentos; echo que le permite hacer cosas maravillosas. Como todos los demás seres, Jeoffrey nació con Pote de Confitura; amalgama de emociones, sentimientos, pensamientos y goces sumamente placenteros, a compartir con aquellos cuyo corazón escogía. Para ello Jeoffrey tenía incorporado en su ser el Linkedin de Emociones, microtúbulos que al ser interconectados con otros seres producen inmenso placer emocional y genital según convenga. Se dice que un ser totalmente consciente de su Pote de Confitura y Linkedin de Emociones puede alcanzar la plenitud en vida. Por último, como cohesionador de ambos elementos, se hallaba el órgano Lámpara Mágica, canalizador de todos los deseos y brújula de la auténtica voluntad

            A Jeoffrey, como a todos los seres, le llegó el día en que debiera atravesar el Portal Utheriano para aterrizar en la Nueva Realidad. Una vez allí, la Ruleta del Azar le asignó dos tutores para ayudarlo a vivir en esta nueva dimensión: Abelardo y Matilde.

            Jeoffrey, ávido de relaciones y por compartir, trató de conectar su Linkedin de Emociones con sus tutores para transmitir sus sentimientos. Sin embargo, los microtúbulos de aquellos estaban muy debilitados y de ellos no recibe respuesta, probablemente porque sus tutores se han olvidado de que los tienen. Esto produce en Jeoffrey un terrible sentimiento de soledad, que para más inri tampoco puede compartir con nadie, lo que le lleva a sentir una rábia infinita, pues siente una necesidad imperiosa por compartir sus sentimientos. Él necesita vivir, pero no puede soportar la idea de no poder utilizar su Linkedin de Emociones, así que empieza a engañarse diciéndose que no existe. Lo que no sospecha es que al negar su existencia, sus microtúbulos dejan de estar bajo su control y se vuelven contra él o contra terceros de forma indiscriminada. Toda esa rábia se torna en auto-lesiones, maltrato y pensamientos negativos (no puedo, no valgo,…). Jeoffrey está aprendiendo a vivir en un ambiente amocional. Pero no acaba aquí el asunto, al poco tiempo, Jeoffrey empieza a recibir sentimientos de odio y rabia contra él por parte de su tutor Abelardo. Empieza a sentirse inseguro porque no comprende qué ha hecho él para despertarle esos sentimientos, y empieza por un lado a dudar de sí mismo, y por otro lado a encontrar una justificación racional a sus auto-lesiones psicofísicas.

            Ahora, una actitud que Jeoffrey observa primero con curiosidad y luego con decepción, es que sus tutores de la Nueva Realidad empiezan a quitarle la Lámpara Mágica sin su permiso, cuando ellos quieren el tiempo que quieren. Y luego le encasquetan las suyas mandándole hacer cosas que él no quiere hacer. Jeoffrey no lo entiende, se siente atado de pies y manos, no puede escapar, no puede huir, y carece de la suficiente fuerza para mantener su Lámpara Mágica en su poder. Inevitablemente tiene que seguir sus órdenes aunque no quiera, negando su propia capacidad de toma de decisiones y su voluntad. Ahora un nuevo mandato ha postulado Matilde: Jeoffrey debe prestar atención y establecer vínculos afectivos a personas seleccionadas por ella, sin ninguna razón o lógica aparente. Jeoffrey cede pues a las órdenes de Matilde, olvidando eventualmente con qué personas quiere relacionarse realmente. Poco a poco Jeoffrey empieza a olvidar y a confundir qué la Lámpara Mágica es la suya y cual la de sus tutores.

            No solo esto le ocurre, si no que eventualmente sus tutores empiezan a meter mano dentro de su Pote de Confitura, sin su permiso, para removerlo o decirle que lo que hay allí dentro no está del todo bien, o incluso para tomar un poco, o incluso además para compartirlo con terceros a los que Jeoffrey no ha dado su permiso. Empieza entonces a dudar de la veracidad de su Pote de Confitura y aprovechando esto último sus tutores empiezan a engañarle respecto a la Nueva Realidad. Le dicen que en la Nueva Realidad no es posible ser feliz, o que el amor es todo lo que él ha vivido hasta ahora. Le dicen que debe seguir los preceptos de las Instituciones Reales para alcanzar el mejor estatus posible, y que la comodidad y el dinero representan el súmmum de una vida plena. Ahora Jeoffrey siente que necesita que sus tutores remuevan su Pote de Confitura de forma ‘correcta’ y sistemática para poder sobrevivir.

            Pote de Confitura violado, Linkedin de Emociones olvidado y Lámpara Mágica compartida de forma incestuosa. La Nueva Realidad Básica adquiere para Jeoffrey  un tinte descalabrado y apesadumbrado. Se siente rodeado de personas que no entiende y que no le entienden. Se siente hundido. Se mira en el reflejo de un charco después de una tormenta de verano, y solo ve la imagen de una persona desfigurada. Sus tres órganos más importantes han sido desacralizados y tratados de forma irrespetuosa, y con ello el groso de su ser.


            Jeoffrey busca ahora una forma de sanarlos. Una forma de convertirse en el único y poderoso soberano de su Pote de Confitura y Lámpara Mágica, y una forma de recuperar de nuevo su Linkedin de Emociones. No sabe cómo lo conseguirá, no sabe qué mundos deberá visitar para alcanzar tal objetivo. Lo único que sabe es que sus órganos una vez estuvieron sanos, y que su ser no puede sobrevivir sin ellos. Debe recuperarlos.